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De Búlgaros y Bogomilos
El viejo chiste de la Transición en que un hombre contestaba el anuncio “señorita enseña el búlgaro” y se sorprendía de que fuera un idioma tiene más recorrido del que pueda parecer. Pero primero deberemos retroceder en el tiempo hasta Armenia y luego viajar a Bosnia para acabar con un término despectivo de connotaciones sexuales.